martes, 21 de diciembre de 2010

Con libertad o no pero opinamos.




 “Hoy en nuestro país todos los medios de comunicación pertenecen al pueblo, y están al servicio del pueblo"   
                                     Fidel Castro 1972.

Aunque en muchos discursos y de diversas maneras se intenta hacer llegar al mundo la idea de que en Cuba existen y se respetan todos los derechos humanos, si nos adentramos en su análisis, nos daremos cuenta que apenas rasgando el delgado barniz que cubre esa pintura imaginaria y fraudulenta con que se intenta aparentar que todo estará por siempre bien, aparecerá la corrosión y la corrupción que carcomen el arcaico andamiaje de las estructuras estatales cubanas.  Cada espacio de la sociedad civil está diseñado para cumplir con una función vital e insustituible, nada por mucho que se potencie, puede adoptar la estructura funcional de otro espacio. Los derechos humanos todos son importantes, es inadmisible que un estado que ocupa un alto cargo directivo en la comisión reguladora de la ONU en este sentido, manipule los derechos de su pueblo de manera tan abusiva y trágica. Y es de la libertad de expresión que dependen muchas otras, porque es mediante la expresión pública y la discusión, que una sociedad alcanzará el debate y el consenso. Sin el sagrado derecho a decir, pensar y actuar según se piensa y se dice, que puede ser de esa nación, será un títere que penas puede representar un papel preestablecido y aburrido en extremo. La libertad de expresión y de opinión crean las condiciones para el desarrollo de la de ideas que a la larga solo traerán beneficios. Democracia y la proliferación A través de los líderes de opinión se crean las bases de nuevas instituciones y espacios que fortalecen el desenvolvimiento de la sociedad, los diferentes puntos de vista de los estudiosos, los obreros, en fin de las diferentes estructuras de la sociedad en sí, traerá el surgimiento de nuevos líderes políticos y de nuevos planes a largo plazo, quizás sea esto lo que se teme.
Tenía un amigo en la prisión que le gustaba siempre decir una parodia de un juez que sentenciaba a un acusado de bigamia, por hacer lo que no era ni correcto ni aceptable ante la sociedad que él representaba, y al terminar el trabajo escribía al dorso de la sentencia una nota amorosa para su amante. Cuantos jueces así no tenemos en nuestro pueblo, que aplican una ley que no respetan y que dicen lo que está escrito sin acatarlo. El gobierno cubano reconoce constitucionalmente la libertad de expresión de su pueblo, pero condicionada a los grupos que sirven a sus intereses, basta ver que el periódico que cumple el papel de informar a nivel nacional es el Órgano Oficial del PCC. Entonces sería bueno quizás preguntarnos qué hacer, de qué manera se puede cambiar la situación adversa. Por el importante papel que tiene la libertad de expresión para el dialogo social, la mayor parte de documentos referentes al tema, le atribuyen una especial atención y fortalecen su papel. Nuestro gobierno acepta los documentos y hace lo contrario, invirtiendo la pirámide, le dedica también una especial vigilancia pero mediante sus órganos de información y penetración, para impedir que se conozcan “cosas” que no se deben saber, aplicando un verdadero filtro por el que debe pasar todo lo que es permisible, así se puede medir por este termómetro como es la situación real de la sociedad civil, cuando apretar las tuercas y cuando es urgente abrir la válvula de escape para que la presión no haga explotar la caldera hirviente de la diversidad.
Cuando el estado no asume su papel o lo hace de manera irresponsable hay que tener en cuenta que es un deber y una obligación con la nación suplir este papel y llevarlo de manera alternativa de ser necesario, la libertad de expresar opiniones en la prensa, de difundir ideas, de convocar por causas justas, son derechos inalienables y violados en muchos casos. Por eso leyendo la Declaración Interamericana de los Derechos y Deberes, Artículo IV donde habla del derecho  a investigar, hablar y difundir el pensamiento en cualquier medio, no encuentro la respuesta a porque en un país que se respetan los derechos de sus ciudadanos hay tantos presos de opinión.
Muchas personas comprenden que además del derecho de hablar verdades y opinar tienen el de escuchar y conocer la opinión de los demás, para poder sopesar los hechos en su totalidad y policromía. también le falta a algunos por concientizarse en el hecho de que la opinión de una sociedad que se crea a sí misma, que se fortalece y tropieza, cae y se levanta nuevamente, es indetenible, se expande, se filtra en los mas diferentes e inimaginables métodos. Nadie sabe a ciencia cierta cuanta sabiduría hay en los pueblos, en los hombres callados, en los niños, jóvenes y viejos de una nación, cuanto se gana en la experiencia diaria, en la subsistencia y los “inventos” de los que para hablar deben susurrar y a veces reinventar su propio lenguaje. No por intentar silenciar lo que existe esto dejará de existir, porque el racimo que cuelga en lo alto de las palmas aunque le escondan  las más grandes pencas, siempre al madurar sus frutos caerá irremediablemente al suelo, para darle continuidad al ciclo de lo inevitable.
Es hora quizás de apartarse un poco de la queja y de la crítica extrema e improductiva y centrarnos un poco en los aspectos constructivos y fructíferos. En los parámetros que nos harán ser una sociedad verdaderamente funcional y fuerte, lo malo que estamos lo sabemos todos, porque no tratamos de luchar por lo bueno. Si en vez de criticar a la presidenta del CDR que nos acecha y nos vigila constantemente informando para “arriba” lo que supuestamente ella o él cree que hacemos en nuestras casas, realizáramos estos actos de manera cívica, donde toda la sociedad tenga la oportunidad de ver y participar, estamos seguros que sería innecesario un vigilante y hasta es posible que este se convierta en participante.
La expresión de las ideas es un arma temida por generaciones, la lengua, dice la biblia es capaz de iniciar un incendio o de sofocar la llama que lo forma. Hay que concientizarse en lo que tenemos y echar un poco al lado los excesos de protagonismos ya que todos somos nada más que un pedacito de ese todo que es la nación.

Grupo de la Sociedad civil.

Gloria a los que a pesar de la censura se imponen en sus Blogs, en Internet, en las publicaciones clandestinas, amor a los que se atreven a hablar y decir “Yo creo que…”, valor a los que prefieren guardar silencio y callar lo que sus ojos dicen a gritos, toda sociedad es policromática, polifacética y sometida a constantes cambios, los cambios que cada ciudadano es actor y partícipe involuntario, porque en estos cambios hacen tanto los que hablan como los que callan. Nos educamos cada día en la obra de la virtud que es poder ser libres de uno mismo, de los temores propios, de los demonios que anidan en el interior de cada hombre, por lo pronto baste decir que aunque pasemos trabajos, nos censuren, encierren, exilien, destierren, amordacen o intimiden, aunque no tengamos la opción y el derecho de opinar, algunos cuantos opinamos, si señor y de qué manera.   


    

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